Buscar Equilibrio
Para elegir la combinación ideal hay que ver muchos factores como el color natural del cabello, la forma del rostro y el color de la piel, solo así podremos elegir el color adecuado.
Si tienes el rostro redondo, la piel con tendencia amarilla y el cabello marrón claro, te corresponde un tono dorado claro de iluminación. Sin embargo, hacer una iluminación directa acentuará la forma de tu rostro.
Para evitar ese efecto, deja un poco menos de un centímetro del cabello del borde del rostro y empieza a trabajar con el resto; se logra dar más vida al mismo y a la vez lucir un rostro más ovalado.
Las chicas con piel trigueña con tendencia al rosado, pueden cambiar el tono de pelo a rubio mediano para iluminar su rostro; si tienen el pelo castaño claro, pueden iluminarlo con rayos en tonos dorados.
Quienes lleven el cabello rubio claro natural, pueden llevar rayos en tonos oscuros como el castaño claro.
En el caso de los rostros delgados y alargados, la iluminación del borde del rostro debe ser en el mismo tono del color de su piel para dar la ilusión de un rostro más ancho y por ende, más ovalado.
Los rostros ovalados no tienen ningún problema con la iluminación, ya sea que que estén con sobrepeso o sean muy delgadas o en buena forma; basta con que cambien de color de tinte y ya.
Centrar la atención
Cuando se es joven la piel resplandece más y se ve suave y tersa, pero a medida que crecemos va tornándose opaca, con lineas finas de expresión y poros más grandes. Por eso se busca que la atención pase de la piel al cabello; en este caso se recomienda aclarar, por lo menos un tono nuestro color natural de cabello.
En este caso, si tienes el cabello castaño oscuro, debes pasar al castaño claro, luego hay queiluminar algunos puntos importantes en todo el cabello para centrar las miradas en el brillo de tu melena.
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